Actualmente, con la explosión de los medios sociales (Facebook, Twitter, LinkedIn, Pinterest, etc) en la era de la información, las personas cada día comparten más y en línea. Compartir no es nada nuevo, es parte de la naturaleza humana (
POS, 2014). Compartimos para: brindar contenido de valor y entretenimiento a otros; para definirnos con los demás; para crecer y nutrir nuestras relaciones; para realización personal; para regar la voz sobre causas sociales y marcas. Lo que ha cambiado, son los medios y las condiciones en que compartimos, cada día compartimos más utilizando más redes, con más personas, más frecuentemente y más rápido.
Esta situación única, permite que las empresas puedan convertir a sus clientes en promotores de sus productos a través de los medios sociales. La implementación de un programa de referidos es el canal ideal para este propósito. Es conocido que los clientes adquiridos a través de referencias tienen una tasa de conversión de 3 a 5 veces mayor que los clientes adquiridos por otros canales (
AMA). Además, el valor promedio de un cliente referido es 16% mayor que el de un cliente no referido.
Los medios sociales están jugando un papel importantísimo en este nuevo espacio, debido a que las personas no solo están compartiendo información usando las vías tradicionales, sino que cada día comparten más con sus amigos en línea utilizando estas plataformas. Las compañías, tienen ahora la oportunidad de identificar a los clientes, trabajadores y socios con alta fidelidad y convertirlos en sus promotores sociales. Estos van a comenzar a promover sus productos de forma espontánea en los medios sociales para obtener una bonificación, luego de una válida referencia. La manera en que sus promotores recomiendan sus productos es enviando recomendaciones a sus semejantes vía correo electrónico, mensajes instantáneos, URLs personales, tweets, publicaciones, comparticiones, etc. y la manera en que se genera una nueva referencia es monitoreando y vinculando al referido con su promotor.